Isla de Santa Lucía, noviembre de 2021. Entre las ramas, un movimiento furtivo revela el miedo de una lagartijaque acaba de ser avistado, no por un depredador, sino por un científico. En los últimos días, un equipo del proyecto MERCI, ha realizado su primera salida al campo para su gran misión: estudiar reptiles invasores de las Antillas Menores.
Desde de Francia continental han llegado Claire Dufour, Anthony Herrel y Sébastien Motreuil, todos científicos con experiencia en el estudio y manejo de reptiles. Se unieron a la Wildlife and Parks Division (FWPD) en Dominica y a la Division of Forest and Lands Resources (DFLR) en Santa Lucía, ambos socios gubernamentales que están trabajando con Caribaea Initiative en el proyecto MERCI. Este proyecto, apoyado por Interreg Caribbean, se propone estudiar los reptiles invasores de las Antillas Menores y su impacto en la fauna local (más información sobre el proyecto). El viaje tiene dos objetivos paralelos: capacitar a las personas que tomarán parte en el estudio de reptiles en vida libre, a la vez que se recopila los primeros datos sobre las especies de lagartos nativos e invasores que viven en estas dos islas.
Santa Lucía y Dominica son el hogar de dos especies nativas de lagartijas (Anolis luciae y A. oculatus), pero también han sido colonizadas por varias especies invasoras (A. wattsii, A. extremus y A. sagrei en Santa Lucía, A. cristatellus en Dominica). La identificación de las especies, una parte clave del entrenamiento, se basa en las características morfológicas (colores, tamaño, etc.). Sin embargo, puede ser complicado ya que las lagartijas son sexualmente dimórficas (machos y hembras son diferentes), además de que presentan variaciones fenotípicas relacionadas con la presencia de varios ecomorfos; es decir, que presentan características morfológicas que varían según el microhábitat que ocupan las especies. La detección de individuos en el campo también requiere de algo de práctica debido a que se pueden encontrar en distintos sitios en el ecosistema (suelo, tronco, ramas, etc.). Por ello, uno de los objetivos de la capacitación fue aprender a reducir el sesgo de captura a favor de los machos, que son más grandes y más coloridos que las hembras y, por lo tanto, más fáciles de detectar.
La capacitación también tuvo como objetivo garantizar una metodología similar entre los colegas de los diferentes territorios, con el fin de obtener el conjunto de datos homogéneo necesario para el análisis estadístico. Así, se discutieron en detalle varios aspectos técnicos, como cómo ubicar un sitio de estudio y describir sus características ambientales; o cómo capturar a los animales, marcarlos (número en su panza), transportarlos y, por supuesto, registrar las características morfológicas y datos sobre el comportamiento. En total, nueve colegas en Santa Lucía y cuatro en Dominica se beneficiaron de la experiencia proporcionada durante esta capacitación.
En términos de datos brutos, en total se midieron los rasgos morfológicos de 261 lagartijas de las seis especies estudiadas. Además, se midió la temperatura corporal de 119 individuos y se recolectaron datos sobre la ecología de los animales para 335 lagartijas, en particular las características de su microhábitat (tipo de percha, altura, densidad del dosel, etc.). Se recopilaron datos sobre el comportamiento, gracias a un experimento de campo destinado a estudiar el comportamiento de escape de las lagartijas (distancia mínima a la que un experimentador puede acercarse y distancia recorrida durante el escape).
Los datos recopilados deberán ser revisados y analizados. Serán utilizados para entender mejor la distribución de las lagartijas en cada isla, brindar información sobre las características morfológicas, ecológicas y del comportamiento de cada una de las seis especies estudiadas, así como para verificar si estas características varían con la presencia de otras especies. Los resultados darán una idea sobre una posible competencia interespecífica y, por lo tanto, ayudarán a comprender mejor el impacto de las especies invasoras en las especies nativas, con el objetivo de desarrollar un manejo más eficiente de estas especies exóticas invasoras.
Esta primera misión de campo del proyecto MERCI es, por tanto, un verdadero éxito, tanto en la eficacia de la formación como en la recogida de los primeros datos. La segunda reunión del comité directivo que reunió a todos los socios del proyecto ya discutió sobre el trabajo realizado durante esta misión, así como las próximas etapas del proyecto. ¡Nos aseguraremos de mantenerte informado!