Especies invasoras: un factor importante en la pérdida de biodiversidad mundial

Las especies invasoras han sido un factor importante en el 60% de las extinciones de especies en todo el mundo. Esta es la conclusión del último informe de IPBES, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas. El Caribe, como sistema insular considerado un punto caliente de biodiversidad, se encuentra particularmente amenazado.

La semana pasada se celebró en Alemania la décima sesión de la IPBES, centrada en las especies invasoras. El informe resultante, fruto del análisis de miles de publicaciones científicas, detalla el peligro que suponen estas especies para la biodiversidad. Introducidas accidentalmente en nuevas regiones del mundo -transportadas involuntariamente en barcos o aviones- o voluntariamente -como mascotas, plantas ornamentales o para aprovechar los servicios que ofrecen-, ciertas especies proliferan sin control, con consecuencias desastrosas. Al competir con las especies locales, como nuevos depredadores o a través de los agentes patógenos que traen consigo, estas especies provocan desequilibrios en los ecosistemas y están implicadas en no menos del 60% de las extinciones. Como una de las principales causas del declive de la biodiversidad, el fenómeno también genera costes económicos sustanciales.

A escala mundial, las cifras son asombrosas. La IPBES ha contabilizado unas 37000 especies introducidas, de las cuales 3 500 son invasoras. El informe prevé un aumento del 36% de las especies exóticas de aquí a 2050.

 

 

El Caribe, en primera línea contra las especies invasoras

Considerado uno de los principales puntos calientes de biodiversidad del mundo -es decir, una zona geográfica con una diversidad excepcional de plantas y animales-, el Caribe insular está particularmente amenazado por las especies invasoras.

La iguana común se ha vuelto invasora en varias islas del Caribe a expensas de las especies locales

Las islas del arco caribeño comparten la característica de estar alejadas entre sí y, en mayor o menor medida, del continente americano. Este relativo aislamiento es a la vez su fuerza y su debilidad. Por un lado, ha favorecido la evolución de numerosas especies endémicas a lo largo del tiempo geológico, es decir, especies que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Por otro lado, también ha hecho que estas mismas especies sean especialmente vulnerables a las invasiones biológicas, ya que a menudo son incapaces de competir con las recién llegadas. Por demás, ciertas actividades humanas, como el comercio internacional y el turismo, han aumentado considerablemente las probabilidades de introducir especies exóticas en la región. Barcos, aviones y vehículos pueden transportar involuntariamente plantas, insectos y otros organismos que luego se convierten en invasores.

Hay muchos ejemplos de especies problemáticas en el Caribe. Entre las más conocidas está el meloncillo chico (Herpestes auropunctatus), una especie de mangosta introducida deliberadamente en varias islas entre 1870 y 1900 para controlar las poblaciones de ratas (también exóticas) y serpientes venenosas. Como depredadoras, se ha descubierto que los meloncillos chicos son la principal causa de extinción de varias especies de lagartos eslizón endémicos de las Antillas.

Pez león colorado (Pterois volitans)

Otro ejemplo especialmente impactante es el del pez león colorado (Pterois volitans), originario de los océanos Índico y Pacífico. En los arrecifes del Caribe, donde no tienen depredadores naturales, estos eficientes predadores provocan grandes desequilibrios ecológicos. Reaccionar a tiempo para limitar su proliferación es un gran reto.

Estos dos impresionantes casos representan sólo una ínfima parte de todas las especies invasoras que afectan a la biodiversidad de las islas del Caribe. Ante esta amenaza creciente, no hemos esperado al informe de IPBES para pasar a la acción. El estudio de las muchas otras especies invasoras ha sido, de hecho, uno de los principales temas de Caribaea Initiative desde su creación en 2014.

 

Especies invasoras: un tema clave de Caribaea Initiative

La lucha contra las especies invasoras implica muchos pasos complementarios, que se implementan regularmente en los proyectos estudiantiles apoyados por Caribaea Initiative, así como en nuestros programas de investigación.

Jeffrey y Annabelle fotografían una tortuga exótica en Les Saintes

El proyecto MERCI, un ambicioso programa que comienza en 2021, está enteramente dedicado a los reptiles invasores, con el objetivo de completar los conocimientos científicos y aplicar medidas concretas de gestión. Entre ellas, la acción más eficaz y menos costosa es evitar la introducción de nuevas especies. Se han desplegado numerosas acciones y recursos de libre acceso para sensibilizar al público en general. La formación de agentes de aduanas en el reconocimiento de reptiles problemáticos, impartida por el equipo en varios puertos de Guadalupe, forma parte del objetivo de reforzar la vigilancia fronteriza.

Sobre el terreno, las campañas de control de la población pueden resultar eficaces. También en el marco del proyecto MERCI, se organizaron varias misiones en las islas Saintes para librar a un frágil ecosistema de las tortugas de agua dulce que lo habían invadido.

Sin embargo, el principal medio de acción de Caribaea Initiative, que se encuentra en el corazón mismo de la misión de la asociación, es el desarrollo de la capacidad científica, con un doble enfoque en lo que respecta a las especies invasoras, así como a otras cuestiones: producir conocimientos científicos cualitativos al servicio de la conservación de la biodiversidad, al tiempo que se permite el desarrollo de una red de expertos locales, especialmente mediante la formación de estudiantes caribeños.

Christopher está manejando un gecko.

Muchos de los estudiantes de máster apoyados por Caribaea Initiative han trabajado en temas directamente relacionados con diversas especies invasoras, poco estudiadas hasta ahora: la distribución de una rana recién introducida en Cuba, la evaluación del potencial invasor de decenas de reptiles en las Antillas, la estimación del riesgo que suponen los mamíferos depredadores invasores para numerosas especies de aves locales, o el estudio de la dieta de un gecko introducido en Guadalupe. Gracias a los estudios académicos financiados por Caribaea Initiative, algunos de nuestros doctorandos graduados o próximos a graduarse, son ahora verdaderos expertos en el estudio de las especies invasoras, como Jeffey M. Paul, un doctorando de Haití que dedica parte de su tesis a las tortugas dulceacuícolas invasoras. Sus trabajos se suman a los de dos jóvenes doctores en ecología formados en el marco del programa de Caribaea Initiative, Annabelle Vidal, de Cuba, que participó en numerosas misiones en diversos territorios de las Antillas Menores en el marco del proyecto MERCI, y Christopher Cambrone, investigador de Guadalupe, que acaba de publicar un importante análisis cuantitativo que pone de relieve el papel de las especies invasoras en el declive y la extinción de ciertas especies de aves. Estos tres estudiantes colaboran regularmente para mejorar el conocimiento de las especies invasoras en el Caribe insular.

Los proyectos continúan y las especies exóticas invasoras siguen siendo el centro de las preocupaciones de la asociación. El trabajo realizado en los últimos años nos ha permitido desarrollar sólidas colaboraciones científicas con socios de diversos países y territorios del Caribe. La aparición de esta red de jóvenes expertos ofrece una esperanza real en la lucha contra la creciente amenaza de las especies invasoras en el Caribe.

 


 

Más información sobre el proyecto MERCI: www.merci-project.com

 

El proyecto MERCI es cofinanciado por el programa INTERREG Caribe en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.