Sangre o saliva: En las aves, el método de muestreo de ADN es importante

Las muestras de ADN proporcionan datos valiosos para el estudio de muchas especies. En las aves, el ADN a menudo se extrae de muestras de sangre, un método que requiere un manejo potencialmente estresante para el animal. El ADN extraído de la saliva puede ofrecer balance bajo ciertas condiciones, como lo demuestra una comparación de los dos métodos en la torcaza cabeciblanca.

El ADN contiene mucha información para los investigadores. Su análisis conduce a datos variados, que van desde la identidad de los individuos (determinación del sexo, relaciones parentales) hasta datos sobre poblaciones enteras (estimación del tamaño de las poblaciones, importancia del flujo de genes entre ellas). En aves, la técnica más común se basa en muestras de sangre. A pesar de su eficiencia genética, este método implica algunas limitaciones: puede resultar estresante para el animal y requiere un equipo adecuado para preservar el ADN.

La torcaza cabeciblanca (Patagioenas leucocephala) es una especie considerada casi amenazada y endémica del Caribe. Es particularmente sensible a la captura y manipulación, que incluso puede llevar a un estado de inmovilidad tónica en algunos individuos. Por lo tanto, es preferible un método más suave para recolectar ADN, como la saliva. Para determinar su eficacia, Christopher Cambrone comparó los resultados de los dos métodos de muestreo, por sangre o por saliva, en esta especie.

En total, 28 torcazas cabeciblancas fueron capturadas en República Dominicana, y todas ellas fueron muestreadas usando los dos métodos: una muestra de sangre fue tomada de la vena braquial y también de saliva rotando un hisopo bucal en la boca del animal por 10 segundos. Luego se extrajo y amplificó el ADN en dos secuencias de genes mitocondriales y se usaron dos cebadores para identificar el sexo de los individuos.

Si bien los investigadores lograron extraer con éxito el ADN de todas las muestras, su calidad y cantidad diferían según la técnica utilizada. Como era de esperar, se encontró una mayor cantidad de ADN en las muestras de sangre, que contienen glóbulos rojos con núcleo y, por lo tanto, una gran cantidad de ADN. Sin embargo, el éxito de la amplificación fue el mismo en ambos métodos, especialmente cuando se aumentó la cantidad de ADN de las muestras de saliva antes de amplificarlas. Sin embargo, el éxito en la identificación del sexo de los individuos dependía de la técnica, oscilando entre un 100 % de éxito para las muestras de sangre y un 66 % para las de origen salival. La optimización del protocolo genético permitió aumentar el éxito al 75%.

Si bien el estudio confirma que la sangre es un tejido de primera elección para los análisis genéticos, también muestra que las muestras orales podrían utilizarse en determinadas circunstancias, ya que permiten la secuenciación fiable de genes mitocondriales hasta un determinado tamaño. La cantidad de ADN salival obtenido en este estudio también fue mayor que el que se obtiene generalmente mediante la técnica de plumas arrancadas, la tercera técnica propuesta. La identificación del sexo de los individuos por ADN salival, aunque con una tasa de éxito menor que con ADN sanguíneo, llevó a una conclusión sistemáticamente concordante entre las dos técnicas.

Aunque es más eficiente a nivel genético, usar sangre para tomar muestras de ADN, también es más restrictivo. Los riesgos de infección tras una punción de la vena son mayores en ambientes tropicales, por no hablar de los riesgos de lesiones debido al propio método. Además, si no se conoce cuán estresante puede ser para el animal la extracción de sangre, el método requiere de un manejo más prolongado, lo que en sí mismo es particularmente estresante para ciertas especies sensibles, y en especial para los individuos más jóvenes. Finalmente, la extracción de sangre impone un cierto costo y organización en el campo y durante el transporte, mientras que las muestras orales, que se mantienen secas, representan un método accesible en todas las condiciones. Cierta información sobre la fisiología, ecología o biología de las especies (niveles hormonales, parámetros inmunológicos, etc.) solo es accesible mediante muestras de sangre.

En última instancia, la elección del método de muestreo a utilizar debe realizarse sobre la base de una evaluación de la mejor relación entre la necesidad de información y la restricción impuesta por el método, tanto para los investigadores como para el animal. Los autores del estudio también sugieren un balance en el caso de estudios sobre un gran número de individuos, con muestreo de saliva en toda la población pero muestreo de sangre solo en un subconjunto de individuos elegido al azar.

 

Referencia

Cambrone, C., Motreuil, S., Reyes, F.O., Landestroy, M.A., Cézilly, F. & Bézault, E. (2022). Obtaining DNA samples from sensitive and endangered bird species: a comparison of saliva and blood samples. Ardeola, 69, 311-326.

 

Sobre el Autor

Christopher Cambrone obtuvo su maestría especializada en ecología del comportamiento en la Université de Bourgogne Franche-Comté (Dijon, Francia). Fue uno de los primeros estudiantes en participar en el programa de Caribaea Initiative, en su primer año de maestría, durante el cual inició su investigación sobre la paloma coronita y la paloma isleña. Continuó trabajando en la biología y genética de poblaciones de las dos especies durante su doctorado en la Université des Antilles, con el apoyo financiero de Caribaea Initiative. Ahora está involucrado en muchos proyectos de la asociación, en particular el proyecto MERCI del cual es el coordinador científico en Guadalupe.